Agradecimiento al anónimo ciudadano.
|Ayer por la mañana, ensimismado y distraído, paré en un cajero de Madrid a retirar una pequeña cantidad de dinero para realizar unas compras. Con tan poco acierto y delicadeza de olvidarme el dinero en el cajero.
Me di cuenta al llegar a mi destino de la metedura de pata, y después de fustigarme mentalmente decidí confiar en que en este país quedaran aún buenas personas (y de no quedar, que el cajero hubiera tragado otra vez el dinero).
Mi grata sorpresa fue enterarme de que queda gente honorable y honesta como la que más, capaz de recoger el dinero y entrar en la oficina a devolverlo. Aunque sea una pequeña cantidad y su ausencia me hubiera permitido llegar a fin de mes, y a él o ella no le hubiera dejado tapar muchos agujeros, el detalle sin lugar a dudas vale más que una fortuna.
Desde aquí quiero darle las gracias al anónimo ciudadano que ha impartido hoy una gran lección de civismo.
Menuda suerte has tenido! Me gustaría conocer a ese anónimo para darle las felicidades. Y en realidad también le tienes que dar las gracias al banco, no sé cuál era pero más de una vez me han llegado historias de que el mismo personal del banco no es muy honrado!
Saludos!
Lamentablemente es un echo que merece ser contado.
Hola, soy lector habitual de tu blog. ¡¡Vaya despiste el tuyo!! Una cosa es dejarse las gafas de sol o incluso la cartera olvidados en cualquier sitio, que ya tiene tela, pero dejarte el dinero en el mismo cajero :DD Creo que es la primera vez que lo escucho. Tuviste mucha suerte
Saludos!